CASO RYAN

 Ryan era un bebé de apenas 15 días prematuro, cuya madre había fallecido recientemente. Ryan estaba siendo alimentado a través de una sonda nasogástrica por la que administraba una nutrición enteral. Fue el día 12 de julio de 2009 cuando ocurrió la catástrofe que nadie esperaba. 
 Una enfermera de 22 años, la cual había terminado sus estudios recientemente, comenzaba su primera jornada en la UCI de neonatología con el fin de familiarizarse con la planta sin estar autorizada para realizar ningún tipo de función. Su grave error fue suministrar la alimentación enteral de Ryan por vía periférica en lugar de administrarle leche por vía nasogástrica, lo cual provocó la muerte del recién nacido. 
 Esta enfermera fue acusada de homicidio imprudente por negligencia médica y condenada a seis meses de cárcel.